Relatos a Ratos III

Abrimos la tercera edición de Relatos a Ratos. Se trata de escribir un relato corto de un máximo de 150 palabras inspirado en una frase. Es un ejercicio interesante que permite ver cómo una misma idea lleva historias muy diferentes. La frase, en esta ocasión es:

«Aunque preferiría haber ignorado el despertador una fuerza extraña me obligó a levantarme»

Desde hoy hasta dentro de dos semanas, el domingo 27 de Febrero, podéis colgar vuestras ideas como comentarios en esta entrada.

Nota: El relato no tiene por qué incluir la frase, basta con que esté inspirado en ella.

11 comentarios en “Relatos a Ratos III

    1. Hola de nuevo Curri, acabo de aclarar esto con una nota en el artículo. No tiene por qué incluir la frase dada, puede no tenerla, tenerla exactamente, o con variaciones.
      Espero que te animes a participar.
      Un saludo.

  1. Me considero un pésimo autor, pero me he animado a intentarlo.

    «Aquella noche había dormido muy mal. Los ladridos de los perros vagos que rondan el vecindario me mantuvieron despierto, como si intentaran presagiar algo. Entre mis cortinas empezaban a asomarse los primeros rayos del sol. Aunque preferiría haber ignorado el despertador una fuerza extraña me obligó a levantarme.
    Tras ducharme y vestirme, decidí prepararme desayuno. En la despensa quedaban sólo condimentos, por lo cual me dispuse a ir a comprar víveres al almacén de enfrente. Cuando estaba saliendo de la tienda, la vi. Ese rostro angelical, rodeado de ese cabello ondulado me hacía pensar que era la mujer de mi vida. Estaba parada en el portal de mi edificio, y me miraba como si desease hablarme. Iba a cruzar la calle, para acercarme a ella… No vi el camión, ni su conductor me vio. Ese día, dejé este mundo, angustiado por no poder haberle hablado a aquella hermosa mujer.»

    1. El primer relato ya incluye una muerte, elemento que facilita el impresionar al lector.
      Ahora el reto es más difícil para los siguientes:
      Presentar un microrrelato sin muertes pero que impacte,
      o presentar otro con la misma frase, y que también incluya la muerte pero que no recuerde demasiado al de Felo.
      Casi nada 🙂

  2. No había nada que me preocupaba. No me faltaba comida, no sabía si quiera que significaba «inclemencias del tiempo» y la temperatura era perfecta, tan perfecta que ni si quiera sabía lo que era la temperatura o el frío o el calor. Y esa noche dormía, dormía tan placidamente como siempre.

    Pero de pronto todo cambió, me desperté con una sensación de vacío horrible, sentía como si estuviera callendo. Ojalá hubiera podido ignorar los pitidos, los gritos, las voces, pero una extraña fuerza me obligo a depertarme, a moverme. La luz era insoportable. Alguien me agarró de los pies, me puso cabeza abajo, me golpeó.

    Yo rompí a llorar y, por primera vez, abrí los ojos.

  3. Aunque preferiría haber ignorado el despertador una fuerza extraña me obligó a levantarme, aunque mi cuerpo no tenía fuerzas ni carne, sólo huesos, el más leve movimiento era para mí un gran esfuerzo, tenía frío y hambre, aunque la comida era para mí un tesoro que respetar. Lentamente, puse mis pies en el suelo, vestí unos leotardos y una sudadera. Me lancé ante un nuevo día. Hoy con más fuerza. 41’3 kg y Ana sujetando mi mano.

  4. «Aunque preferiría haber ignorado el despertador una fuerza extraña me obligó a levantarme, aunque mi cuerpo no tenía fuerzas ni carne, sólo huesos, el más leve movimiento era para mí un gran esfuerzo, tenía frío y hambre, aunque la comida era para mí un tesoro que respetar. Lentamente, puse mis pies en el suelo, vestí unos leotardos y una sudadera. Me lancé ante un nuevo día. Hoy con más fuerza. 41’3 kg y Ana sujetando mi mano».

  5. Aunque preferiría haber ignorado el despertador, una fuerza extraña me obligó a levantarme. La misma fuerza que me obligaba a abrir los ojos a la hora en la que los jóvenes con resaca se cruzan con los señores mayores que gustan de leer el periódico con la tinta fresca.

    Algunos la llaman conciencia, otros responsabilidad. Yo la llamo rutina.
    Trabajo como oficinista para una fábrica de grapas. Me dedico a calcular la producción diaria de grapas y la comparo con la demanda de grapadoras. Y mediante programación lineal estudio la manera de adecuar la velocidad de la producción para maximizar beneficios.

    No tengo ni voz ni voto en la empresa, así como en la vida. Con el autoestima a media hasta, tomo un sorbo de café mientras releeo la carta de dimisión que redacté meses atrás.

    -Si sale cara, la envío. Si sale cruz, la reescribo…

  6. Aundque preferiría haber ignorado el ea spertador, una fuerzextraña me obligó a levantarme. La misma fuerza que me obligaba a abrir los ojos a la hora en la que los jóvenes con resaca se cruzan con los señores mayores que gustan de leer el periódico con la tinta fresca.

    Algunos la llaman conciencia, otros responsabilidad. Yo la llamo rutina.
    Trabajo como oficinista para una fábrica de grapas. Me dedico a calcular la producción diaria de grapas y la comparo con la demanda de grapadoras. Mediante programación lineal estudio la manera de adecuar la velocidad de la producción para maximizar beneficios.

    No tengo ni voz ni voto en la empresa, así como en la vida. Con el autoestima a media asta, tomo un sorbo de café mientras releeo la carta de dimisión que redacté meses atrás.

    -Si sale cara, la envío. Si sale cruz, mañana pruebo otra vez…

  7. Perdón, una pequeña observación sobre la frase inspiradora.
    ¿Prefiero, preferiría o hubiera preferido?
    El adversativo «aunque» indica una contraposición. En este caso entre el deseo de no levantarse y una fuerza extraña que obliga a ello. Por eso, mi primera interpretación fue que «hubiera preferido», en ese momento, no estar escuchando el despertador. Pero algo me chocaba, y era que se usa el presente «preferiría». Me di cuenta de que (probablemente) el autor de la frase quiso decir que preferiría, en este momento, no haber escuchado el despertador, porque si hubiera querido decir lo primero, habría usado «hubiera preferido».
    Pero entonces me pregunté si la idea de la frase es que ahora uno tiene cierta duda o quiere expresar cierta suposición acerca de la preferencia, y por eso el uso del subjuntivo, o si, simplemente, está claro que ahora prefiere no haberse levantado, en cuyo habría sido adecuado usar nuestro viejo amigo, el vulgar presente del indicativo. ¿Que se usa el subjuntivo porque eso ya ocurrió y no puedo preferir que no ocurra algo que ya ocurrió?. Mi opinión es que sí puedo.
    Bueno, aproveché esa frase para contar mis divagues sobre el uso de modos y tiempos verbales.
    Franklin (poco capacitado para la literatura, se mete con la gramática; ¿habrá artistas frustrados que se dedican a la ciencia? Científicos insatisfechos que incursionan en el arte, seguro que sí :-))

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