Breve historia de los Makgufis

makgufis

Cuenta la leyenda que, hace tantos años como cinco o seis, en un programa de radio de cuyo nombre no quiero acordarme (No somos nadie) , el presentador Pablo Motos inventó un tipo muy particular de humor absurdo, los Mak Gufis. Estos constructos formados por una situación absurda más pregunta «ingeniosa» entre comillas, salvo por la estructura no tenían mucho parecido a lo que nuestros lectores están acostumbrados, más bien eras cosas del estilo de:

Si le quitas la dentadura a un jubilado y te peinas con ella, ¿es un cepillo de dientes?

Si el rey se queda calvo… ¿se le ve la coronilla?

Tras escuchar estos, Victor Grande, el cómico, informático, friki, tecnosexual, fanboy, serieadicto, blogger, gallego y hermano de pgrande, pero no precisamente en ese orden,  empezó a desarrollar sus propios Makgufis, dándoles su nombre actual (salvo olvidos tipográficos eventuales) y añadiéndole una pizca de su estilo personal, proveyéndolos ya de una ingeniosidad más elevada y dejándonos algunos ejemplos como los siguientes:

Si invierto en bolsa… ¿ASLOB NE??

Si me fijo mucho en la seda dental…¿ESTOY PENDIENTE DE UN HILO?

Si me confunden con el miembro viril de un sobrio…¿ME TOMAN POR EL PITO DEL SERENO??

Quiso la ventura que pgrande y eosar, dos proyectos de científicos, acabaran viviendo juntos. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que tenían una pasión común por las lenguas, la lingüística y, sobre todo, por el humor lingüístico. Así es como juntos, empezaron a hacer su propia versión de los Makgufis (Makgufis 3.0 si lo preferís, en fin, los que vosotros bien conocéis, odiáis o amáis), buscando la perfección en el doble sentido absoluto, que no por ello haciéndolos necesariamente más graciosos.

Algún tiempo más tarde, los dos decidieron dar a conocer su pasión y crear un blog llamado Un Arácnido Una Camiseta. seguramente os preguntaréis el porqué de este nombre, pero eso ya es otra historia…

3 comentarios en “Breve historia de los Makgufis

  1. Cuanto menos, me parece vergonzoso que no mencionéis a los demás compañeros de piso, que tuvieron que aguantar vuestro «humor» comida tras comida, cena tras cena… hasta el fin de los días (del curso universitario). Por no hablar del SUPER-humor…

    1. Pozo, ¿y tu gozo? En un pozo.

      Sí, sí, hemos de agradeceros que no nos hayáis matado, porque gracias a que seguimos vivos podemos hacer nuestro… humor.

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