Las palabras soeces o malsonantes

bart ortografia encerado

El uso de palabras soeces o malsonantes denota desconocimiento de la lengua, registro inadecuado y falta de educación.

Esto es lo que mi profesora de lengua del instituto hacía copiar centenas o incluso millares de veces en su libreta a todo aquel que dijese una palabrota. Y cuidadito con quejarse con un «joé profe», porque sé de quien tuvo que repetir esta tediosa frase muchas más veces de las que desearía. Y espero que al menos gracias a ello alguno haya dejado de proferir «palabras soeces y malsonantes».

Este artículo está dedicado a dicha profesora, Rosa, que falleció hace unos años y de la que realmente aprendí mucho de lengua y literatura.

5 comentarios en “Las palabras soeces o malsonantes

  1. Completamente en desacuerdo con el mensaje. Un ataque más del normativismo contra el habla popular u.u Pero bueno, los profesores de lengua suelen estar del lado de la RAE y sus destructivas normas.

  2. Hola taimunozhan!
    Yo tampoco estoy de acuerdo en todo, pero creo que esa afirmación, con ciertos matices, tiene su parte de verdad.
    En mi opinión, decir palabrotas en clase definitivamente indica que no estás usando el registro adecuado para dicha educación, además de ser maleducado delante de un profesor. Pero sí que difiero en la primera parte, que uno diga palabras soeces no quiere decir que desconoza la lengua. Aunque supongo que mi profesora quería insinuar que si uno no usa el registro adecuado para dicha situación es que lo desconoce. Pero esto es debatible.
    ¡Un saludo!

  3. Hola:
    Tan destructivo es el normativismo a ultranza, como lo contrario, taimunozhan
    Soy maestra y, estoy de acuerdo contigo, eosar: no usar el registro adecuado en cada situación es señal de desconocimiento.
    Mi método es un poquito menos aburrido: por cada letra de la palabrota deben buscar en el diicionario cinco palabras distintas con esa inicial y copiar toda la información que aparezca. Al menos, manejan el diccionario y amplían su vacabulario.
    Y para que veas, yo los animo a no usar las palabrotas habituales, sino a que sean creativos y usen otras menos comunes y, por tanto, más impactantes.

    1. ¡Hola Margarita!
      ¡Qué ingenioso método el tuyo! Me gusta. ¿Y qué tal resultado da? ¿Tus alumnos acaban recordando las nuevas palabras?
      Lo de las palabrotas inusuales también es buena idea. Mi tía abuela cuando se enfadaba con alguien lo llamaba «ANTILOPÓN», palabra inventada, pero que sustituye a alguna cosa más fuerte. 😀
      ¡Un saludo!

  4. Buenos días, yo opino, que hay que diferenciar las palabras soeces, ademas de los tonos con las que se pronuncian,a fin de aplicar la corrección. pero de por sí, es una falta de respeto hacia el mismo y por ende a los receptores, demuestra también la perdida de valores; recordemos siempre que, se debe educar al niño para tener hombres de bien; esperemos que la tibieza o apoyo pasivo hacia esta conducta, no se transforme en el incremento de la delincuencia y parecidos. (ojo, LA EDUCACIÓN VIENE DE CASA).

Deja un comentario