Oh, la ambigüedad en el lenguaje, base de gran parte del humor que profesamos. ¿Quién querría un lenguaje preciso e infalible, con un significado por palabra y sin ambigüedad? Seguro que algún programador o matemático para su tarea, pero no nosotros, porque si el lenguaje no fuera ambiguo, nos perderíamos joyas como esta, sacada de Ostras, qué perlas:
Gracias a esta imagen me levanté con una risa esta mañana. Bendito sea el orden de los complementos. ¿Qué más ejemplos de incorrecto orden de los complementos llevan a ambigüedades? Estos, por ejemplo, procedentes de El libro del español correcto:
- Se ha comprado un coche que tiene asientos de cuero en Barcelona. (¿Los asientos están en Barcelona? ¿O es el coche lo que compró en Barcelona?).
- Piscina de plástico para niños con tapón de seguridad. (Como en el ejemplo, ¿quién tiene tapón de seguridad, los niños o la piscina?)
- Se alquila habitación para estudiantes de 15m2. (¿Qué mide esos 15m2?)
¿Te acuerdas de las ambigüedades eclesiásticas?
Cuanto más aprendo de lingüística, más valoro las referencias contextuales :p
A este error se le llama «anfibología sintáctica» y es uno de mis favoritos 🙂
😀