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Traductores, ¡cuidado con las series infantiles!

-¡El rabo de Morris! ¡Para eso hemos venido!

-¿Eh? ¿Para verme el rabo?

-Tiny y yo discutimos sobre el uso que le das al rabo

-¿Te importa si los niños te ven el rabo, Morris?

Esta conversación, sacada de contexto, no es lo que nos esperaríamos de una serie infantil. Pero es justo lo que nos encontramos en este framento de Dinotren (visto en finofilipino):

Menos mal que los niño tienen las mentes limpias y no le encuentran el doble sentido. ¡Hay que ver qué picaresca tienen estos traductores!

Algo parecido ocurrió con la traducción a español de este capítulo de Dora la exploradora:

Por favor, amigos traductores, no pongáis a los padres en un aprieto, ya que no serán capaces de explicarle a sus hijos por qué esa escena les parece tan graciosa.

Las palabras con más consonantes consecutivas

consonantes consecutivas en alemán

 

¿Cuántas consonantes consecutivas puede tener un idioma?  ¿Qué idioma puede tener más?

Schrumpfschlauch

Ayer me encontré con esta endemoniada palabra en alemán que tiene nada más ni nada menos que  ¡¡7 consonantes consecutivas!! Significa tubo termorretractil, un tipo de tubo plástico que se encoje con el calor muy usado en electrónica, y literalmente se traduce como tubo que encoje. Schrumpfen significa encojer y Schlauch es tubo.

¡Vaya monstruosidad! Pues sí, en sílabas normales el alemán puede tener hasta cuatro consonantes consecutivas, en este caso, al ser una palabra compuesta, se unen un final de palabra con 4 consonantes y un comienzo con 3. Pero, espera un momento, ¿no dije que pueden haber grupos de hasta 4 consonantes? El record debería ser 8 consecutivas, ¿no? Exacto, así podemos encontrarnos Angstschweiß, que significa sudor frío.

Pero aún hay más, en foros alemanes apuntan a que la palabra más larga tiene la friolera de 11 consonantes consecutivas, y sería Borschtschschüssel. Significa bol de borsch (la típica sopa de remolacha del este de Europa). Está compuesta del préstamo Borschtsch y Schüssel, ambas en el diccionario, pero la palabra compuesta no sale en el diccionario.

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Nana para dormir un lobo

nana para dormir un lobo

“Ya no confiaba en la vida del granjero. Una vida tranquila, de trabajo duro pero fructífero. Una vida frágil como la tela de araña. Demasiado frágil para aquellos tiempos y lugares en los que la tierra estaba infestada de monstruos humanos. Carroñeros sucios y violentos como las hienas, dispuestos a lanzarse sobre cualquiera que considerasen más débil.

Quería poner el desierto y las montañas de por medio. Creía que si usaba el país entero como escudo me protegería de la sombra del Refugio de Nigel. Estaba convencido de que encontraría lo que necesitaba en el otro extremo de Sudáfrica. Creía que el último bastión civilizado haría honor a su apellido, dándonos a todos la esperanza que buscábamos. La esperanza de volver a ser lo que habíamos sido, de ser incluso mejores que antes. La esperanza de ser algo más que los supervivientes de la Peste. Tardé mucho tiempo en darme cuenta de la verdad más terrible de todas.

Nosotros éramos la Peste.”

Hans L. K.

Recientemente leí este libro, Nana para dormir un lobo (I): África Austral, de Jorge del Oro Aragunde, y tengo que recomendarlo porque me encantó.

La novela no trata sobre lobos, pese al título, sino que es una novela post-apocalíptica que tiene lugar en la Sudáfrica de los años 80, cuando todavía existía el apartheid. Así que no es la típica historia post apocalíptica. Sí, trata sobre los eventos que ocurren después de que un virus mata a buena parte de la población mundial, pero no hay nada de zombies ni está ambientada en el futuro. Es una ucronía, es decir una reconstrucción de la historia sobre datos hipotéticos.

La historia sigue a Hans, un niño que sobrevive a la peste, como así llaman a la enfermedad, y sus peripecias mientras crece y lucha por sobrevivir. Como os podéis imaginar, en el país (sino el mundo entero) reina el caos. Cada uno lucha por sí mismo, es la supervivencia del más fuerte. Los militares dejan de ayudar a la gente y se dedican a usar la fuerza para conseguir comida y refugios, los ciudadanos que pueden forman comunidades para hacerse más fuertes, la lucha entre razas se hace más fuerte todavía, etc.

En fin, una trepidante historia con una fabulosa documentación, histórica, geográfica y militar. Por su esfuerzo y por su coraje le doy mi más sincera enhorabuena al autor. Éste decidió aprovechar las nuevas tecnologías y autoeditar su libro a través de Amazon, saltándose los impedimentos y las bajas «royalties» de las editoriales.

Si os pica la curiosidad, aquí tenéis el enlace a la versión kindle
o tapa blanda Y ya sabéis, con el kindle siempre os podéis descargar un fragmento de prueba para ver si os engancha. ¡Eso es lo que me pasó a mi!

La curiosidad NO mató a la RAE

Hace ya varios años nuestro lector Paco nos comentó que allá por 2007 le había hecho una consulta a la Real Academia Española sobre la definición de curiosidad. En aquel entonces hasta bastante recientemente, curiosidad sólo era

a) O el deseo de saber o averiguar lo que «no me concierne»

b) O un “vicio” que me lleva a inquirir lo que «no debiera importarme».

¡Vaya curiosidad! 

Seguramente era una acepción arcaica el hecho de que ser curioso es interesarse por algo que no nos concierne en vez de por satisfacer nuestras ansias de conocimiento.

Tardaron más de ocho años en arreglarlo, pero al final lo hicieron. Ahora la definición dice así:

Curiosidad:

1. f. Cualidad de curioso.
2. f. Cuidado, esmero o limpieza.
3. f. Cosa curiosa (‖ que llama la atención).

¡Y tenemos otras buenas noticias! Paco se ha vuelto a comunicar con la RAE y le han dicho que

Esperamos que, a partir de ahora, las actualizaciones del diccionario sean constantes gracias a los medios electrónicos.

Así que la próxima vez que alguno de nuestros lectores encuentre algo raro en el diccionario seguramente no se demorarán tanto en solucionarlo.

Aunque ya sabéis, sigue habiendo una palabra que no se puede escribir.

¿Existe una palabra para eso? Deuteragonista

¿Habías oído alguna vez hablar del deuteragonista de una historia? No, ¿verdad? Eso es porque es un segundón comparado al protagonista.

Y es que es eso lo que significa, es el personaje que sigue en importancia al protagonista. ¡Que no es el co-protagonista, oye! Ese tendría tanta importancia como otros protagonistas. Pero el deuteragonista es el Robin de Batman, el Sancho de Quijote, etc. Vamos, el sidekick como se le suele llamar en inglés. Eso me hace pensar que al Actor secundario Bob, como le llamamos en España al ayudante del payaso Krusty, debería haberse traducido Deuteragonista Bob.

deuteragonista bob

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No eres intérprete, eres un superhéroe, eres TRUCHIMÁN

Si has hecho traducción e interpretación vete cambiando tu curriculum. Quién quiere ser intérprete pudiendo ser un  truchimán, dragomán, drogmán, trujamán o trujimán.

Pues sí, las cuatro están en el diccionario de la RAE y significan intérprete de lenguas. No sólo eso, sino que truchimán también quiere decir «persona sagaz y astuta, poco escrupulosa en su proceder»trujamán es además una «persona que aconseja o media en el modo de ejecutar algo, especialmente compras, ventas o cambios».

Truchimán, dragomán, etc

Aunque pudiese parecer que significa hombre trucha u hombre dragón,  que tampoco estaría nada mal (el segundo no el primero), todas estas palabras son variantes de la forma árabe ترجمان (tarjumān) que se refería a un intérprete, traductor, o guía oficial entre los países de habla turca, árabe o persa y distintos países de oriente medio, así como embajadas y consulados europeos y lugares de comercio. Por regla general, el dragomán tenía que tener conocimientos de árabe, persa, turco y algunas lenguas europeas.

Aunque esta palabra y sus variantes cayó en desuso en los siglos XVII-XVIII sigo existiendo, no sólo en el diccionario de la real academia, sino que en otros idiomas, como en inglés. De hecho es así como, por casualidad, la descubrí.

Así que, ya sabéis, cuando os sintáis lost in translation, llamad a TRUCHI-MAN!

 

¿Existe una palabra para eso? Tricobezoar

bola de pelo

 

¿Sabeís esas bolas de pelo que de vez en cuando vomitan los gatos? Pues a esas les llamamos simplemente bolas de pelo. Pero para cuando éstas, que no las digiere el estómago, se quedan atascadas en el sistema digestivo del pobre animal sí que existe un nombre científico: tricobezoar

Tricobezoar

Del griego trico (pelo) y del persa bezoar (antídoto), ya que los antiguamente se pensaba que los bezóares servían para eliminar los efectos de algunos venenos, como el arsénico.

Si no os da repelús y queréis ver cómo es un tricobezoar en las heces de un gato, mirad este vídeo, que ahí es donde yo aprendí esa palabra.

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