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Descubriendo lenguas: La que tiene más fonemas

Si la última vez os hablaba del Rotocas, la lengua con menos fonemas, ahora os voy a hablar de la lengua que tiene más sonidos, el Taa, también conocido como !Xoon o !Xoõ, que podremos escuchar a unas 4000 personas en Botsuana y algunas zonas de Namibia.

Dependiendo de la variedad dialectal y según como se haga la clasificación de los fonemas tiene entre 58 y 87 consonantes, entre 20 y 31 vocales, y entre dos o cuatro tonos. Comparadlo con el Rotokas que como máximo tiene 14 sonidos en total.

Entre sus consonantes tienen unas cosas muy raras llamadas clics o chasquidos, de los que os hablé  en el artículo sobre consonantes no pulmónicas. También expliqué qué eran los tonos en el útimo artículo sobre fonética de los lingüinis. Y tienen vocales tan extrañas, que si os las describo no sabrías ni como empezar a poner la boca (al menos yo no fui capaz).

Si mirais en el mapa dónde hablan Rotokas (Papúa Nueva Guinea) y dónde !Xoon (Botsuana) podéis observar algo muy interesante. Como propone el Dr. Atkinson, de la Universidad de Nueva Zelanda, en un artículo en Science es posible que todas las lenguas modernas desciendan de una única lengua ascentral hablada en África hace unos 50 mil años, como sugiere el hecho de que el número de fonemas a medida que uno se aleja de África va decreciendo.

La fonética de las lenguas: Los tonos

¿Pero qué es eso de los tonos? Los que estudiéis chino lo sabréis, pero para los que no, os diré que en vez de utilizar la entonación para expresar información emocional o diferenciar una afirmación de una pregunta o exclamación, como hacemos en español, en inglés, etc, en las lenguas llamadas tonales utilizan el tono como elemento diferenciador entre palabras, influyendo en su significado.

Para ilustrarlo, veamos los tonos del chino. Como podéis ver en la figura, una misma sílaba se puede pronunciar de cuatro formas diferentes: un tono alto y sostenido (primer tono), un tono ascendente (segundo tono), un tono descendente y ascendente (tercer tono) y un tono descendente (cuarto tono). También tienen un quinto tono adicional, un tono neutral o suave que depende de los precedentes.

De esta forma, (mamá), (cáñamo), (caballo), (reñir) y ma (particula interrogativa) significan cosas diferentes. El problema de esto es que para hablantes de lenguas no tonales como el español nos cuesta mucho escuchar y pronunciar conscientemente esas diferencias.

Si esto ya os parece una locura, esperad a leer lo siguiente ¡En algunas lenguas se distinguen hasta 5 niveles de tonalidad diferente con los correspondientes tonos entre ellos!¡En lenguas como el Mpi en Tailandia distinguen entre 3 tonos ascendentes diferentes! ¡En el idioma chatino, indígena de México diferencia hasta 14 tonos!

La fonética de las lenguas: Consonantes no pulmónicas

¿Consonantes no pulmónicas? Sí, habéis leído bien: consonantes no pulmónicas. Aunque os parezca raro o contradictorio, en algunas lenguas hay consonantes en el que su flujo de aire no depende de los pulmones. Las hay de tres tipos, los clics o chasquidos, las eyectivas y las implosivas.

Los clics se pueden escuchar en las lenguas joisanas del sur de África (especialmente Botsuana y Namibia). Se pronuncian con dos puntos de contacto en la boca, uno delante y otro detrás, de tal forma que la lengua chupe el aire cual ventosa y al soltar el punto de contacto delantero produce un sonido. Para que no os lieis os pongo unos ejemplos para que escuchéis los chasquidos por vosotros mismos:

[ʘ] [ǀ] [ǃ] [ǂ] [ǁ]

Hay consonantes eyectivas en el 20% de las lenguas del mundo (se puede escuchar en lenguas amerindias, en muchas lenguas del sur de África o en algunas lenguas caucásicas). Las se pronuncian cerrando la glotis, de tal forma que es ésta la que impulsa el aire, y no los pulmones.. Algunos ejemplos son:

[pʼ] [tʼ] [cʼ] [kʼ] [qʼ] [fʼ] [sʼ]

En las implosivas también se cierra la glotis, esta vez  moviéndola hacia abajo, y se pronuncian conjuntamente con algo de aire de los pulmones. Las podréis escuchar por parte de hablantes subsaharianos, en el sudeste asiático (Vietnam) o en algunas lenguas amazónica. O en estos links que aquí os dejo:

[ɓ] [ɗ] [ʄ] [ɠ] [ʛ]

Lo que a nosotros nos pueden parecer sonidos onomatopéyicos o ruidos para llamar a animales, en muchas lenguas son consonantes tan válidas y diferenciadoras como lo pueden ser la m o la b en el español. Así que ya sabéis, si vais a alguna de las regiones que acabo de mencionar, tened cuidado al llamar a un perro o un gato por la calle, porque quizás estéis insultando a alguien.

Descubriendo lenguas: La que tiene menos fonemas

El Rotokas es una lengua hablada tan solo por sobre unas 4000 personas en unas pocas islas del este de Papúa Nueva Guinea.  Los sorprendente es que su alfabeto consta de sólamente 12 letras (A E G I K O P R S T U V)  para 11 fonemas (o 14 en uno de sus dialectos: Aita Rotokas).

Estos son los sonidos consonánticos:

Rotokas

Bilabiales

Alveolares

Velares

Sordas

p

t

k

Sonoras

b ~ β

d ~ ɾ

ɡ ~ ɣ

Nasales (solo en el dialecto Aita)

m

n

ŋ

Y como vocales tienen:  a e i o u, que pueden ser cortas o largas.

Así de sencillo.

Bueno, así de sencillo no, la gramática es un poco más complicada, ya que tienen que añadir un montón de sufijos y prefijos para construir sus oraciones. Por ejemplo, para decir “construyó su casa con sus propias manos” dicen:

vo kepa pau-reva ora-rera vavae-aro raga-ia

que literalmente sería:

esta casa construir-él propio-suyo mano-posesivo sólo-con

¿Curioso no? Mantente atento a nuestra nueva sección de lingüinis para conocer más curiosidades sobre idiomas.

El alfabeto polaco y el bug del español

Estando yo toda la semana pasada en Polonia con unos amigos locales, aproveché para aprender las frases más usuales en polaco. Aparte de sorprenderme la cantidad de sonidos que tiene esta lengua, lo que me rechinaba era la cantidad de consonantes que utilizaban para escribir sus palabras. Esto es consecuencia de lo primero, tienen tantos sonidos consonánticos, que para representarlos tienen que recurrir a dígrafos (ch, cz, dz, dź, dż, rz y sz). Pero, por otra parte, para otros sonidos tienen letras propias en su alfabeto (ą, ę, ł, ń, ś, ź, ż).  Lo cual me parece un poco incoherente, porque si han inventado 7 signos nuevos para estos últimos, ¿por qué no hacer lo mismo para los 7 anteriores, en vez de representarlos como dos consonantes juntas? En fin, serán cosas de la tradición y la historia.

Preguntarme esto, me llevó a plantearme lo mismo en español. Hasta aún recientemente la che (ch) y la elle (ll) eran consideradas por la Real Academia, letras por derecho propio en nuestro alfabeto. Opino que deberían seguir siéndolo, ya que si en nuestra lengua se lee como se escribe, deberíamos tener una representación para estos sonidos. Pero, aún diría más, después de observar el caso del polaco, ¿por qué no tener un único signo para ch y ll? Además, esto tiene la siguiente ventaja, que elimina el bug del español, la única palabra conocida que no se puede escribir, ya que, entonces, la doble ele de salle se pronunciaría como dos eles y no como una elle.

Por casualidad hace unos días me topé con que mi propuesta ya existía hace unos cuatro siglos, el ortógrafo español Gonzalo Correas (Korreas), que abogaba por una ortografía puramente fonetista (cada fonema debe corresponder un grafema de modo biunívoco), ya se había inventado unos signos para estas letras (entre otros cambios). Aquí podéis ver un extracto de su Ortografia Kastellana nueva i perfeta (1630):

Las enes del español

Ya iba siendo hora de que le de utilidad al manual de fonética que me regaló pgrande (Fonética, E. Martínez Celdrán, Eds. Teide, libro muy interesante por cierto).

En castellano existe una regla fonética que indica que toda nasal se asimila al punto de articulación de la consonante siguiente.  Esto ocurre siempre, salvo en las palatales (ya que estas se dan sólo entre vocales). Por lo tanto en español se distinguen las once variedades de nasales de la siguiente figura:

Probad a pronunciar los ejemplos fijándoos bien en donde articuláis y os percataréis de las diferecias.

En Galicia pronunciamos las enes de fin de palabra de manera velar u posvelar, al contrario que en el resto de españa e hispanoamérica donde se hace alveolar. Hablando en español no hay ningún problema, quizás nos notan el acento de un lado u de otro, pero esto no afecta a la comunicación.

Sin embargo, en otras lenguas donde existen varios tipos de ene de fin de palabra puede llegarse a un punto donde la comunicación fracase. Veámoslo con un ejemplo:  en inglés la diferencia entre sin-sing (pecar-cantar). Si los pronuncia un español de galicia habituado a pronunciar enes velares podría parecer que en ambos casos quiere decir cantar. Mientras que si los pronuncia un hispanohablante de otra zona podría parecer que quiere decir pecar en ambas situaciones.

Por tanto a la hora de aprender nuevas lenguas (en mi caso fue con el alemán cuando me percaté) tened este rasgo en cuenta, ya que puede facilitar sensiblemente la comprensión.