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El maestro del non sequitur

non sequitur

¿Qué significa «non sequitur»?

Non sequitur (del latín «no se sigue»)  es una figura literaria o conversacional usada frecuentemente con fines humorísticos. Es algo que, por su aparente falta de relación con lo que le precede, parece absurdo hasta el punto de resultar gracioso o confuso.

Cuidado, conviene no confundir esta figura literaria con non sequitur en lógica,que es un tipo general de falacia en la cual la conclusión no se deduce («no se sigue») de las premisas.

El maestro del non sequitur

El poema de la imagen, titulado Oso, escrito por un niño de 11 años es un claro ejemplo de esta figura:

Érase una vez un oso,

que tenía el pelo violeta, qué curioso,

entonces Bob le atacó.

La última frase aparentemente no tiene absolutamente nada que ver con lo anterior, por lo que parece que este niño es un maestro del non sequitur, o simplemente en su cabeza este poema tiene sentido.

Vía | Buzzfeed

Mamás escritoras II

¡Feliz día de la madre! A mi madre y a todas las mamás del mundo.

Hace dos días PGrande publicó unos poemas de su madre, y yo ahora quiero publicar uno de mi madre y otro de la madre de mi madre, mi abuela.

El primer poema, es una poesía que le escribió mi madre a su madre el año pasado:

Madre

Digo la palabra y pienso vida, origen
Digo la palabra y alimento generaciones perdidas
buscando el yo crecido,
la libertad.
Inspiro la palabra en lo más íntimo de mi mente
y la quiero dejar reposar.
El Yo parece crecer y el origen,
Madre,
mira, observa y
en la distancia permanece.
Digo la palabra y siento fuerza, sosiego
y crezco.

Teresa Díaz Charlín

Parece ser que lo de escribir viene de familia, porque mi abuela también escribe poesías:

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Bruma

Guillermo Charlin. Bruma. 2 de Marzo – 8  de Abril de 2012 Sala de exposiciones A. Rivas Briones. Vilagarcía de Arousa

 

Observo, silencio.

 

La superficialidad se disipa, nunca estuvo.

Es el silencio en su frenética y tumultuosa emoción,

invalidante por momentos.

En esa imagen de sugestión

su progresión es perturbadora.

Sustancia del alma en sí misma.

 

No puedo detenerme, me dejo llevar.

Permanecer o avanzar sin posible evitación.

Se implanta en mí el PUNTO inmortal y definitivo.

Me guía al infinito o al centro mismo,

origen de todo.

 

Sin percatarme, apenas me transporto

a través de la nebulosa protectora y reveladora,

penetro en las sucesivas capas de una piel adulta

en su valiosa madurez.

 

Me quiero proteger del dolor.

Esa reflexión me sacude

y entonces no subestimo

el asombroso poder de lo sutil.

La cadencia efímera

pero irremediablemente transversal y profunda.

 

Viajo en los sentidos.

1.02.2012. T. Maresmo