Nubes expresivas

Hace poco hablaba sobre los tipos de nubes y sobre el arte de encontrarles la forma. A todos nos gusta tener un cielo azul y despejado, nos levanta el ánimo, suele ser indicio de días largos y noches cortas, más actividad, más vida. Pero, ¿y si viviésemos en una zona árida y soleada? ¿no creéis que lo que nos animaría sería ver un buen nubarrón? ¿acaso después de 15 días de caluroso verano seguido no apetece una nubecita?

Estos sentimientos se reflejan muy bien en las expresiones utilizadas en distintos lugares. Cuenta la Guía del observador de nubes que en Gran Bretaña, de la gente desafortunada o triste se dice que «tiene una nube encima«, mientras que los optimistas y radiantes «resplandecen como el sol«.

nube encima

Tiene una nube encima significa que está triste.

En Irán, sin embargo, de alguien afortunado se dice «tu cielo siempre está lleno de nubes» porque para una región cuyos cielos permanecen despejados y azules durante varios meses seguidos, lo de resplandecer como el sol no tiene nada de especial: las nubes son allí una valiosa lluvia y un alivio del sol abrasador.

Pero aquí, los cúmulos, cirros y estratos no nos son indiferentes, tenemos muchas expresiones cuyas protagonistas son las nubes. Poner a alguien en las nubes es alabarlo en grado sumo, no puede estar más alto; algo está por las nubes si tiene un precio elevado; la gente está en las nubes cuando son despistados, distraídos, soñadores; y algo como caído de las nubes es algo que sucede de manera repentina e inesperada.

Las nubes no solo son maravillosas por sus formas y tipos sino también por su presencia y expresividad en el lenguaje.

Deja un comentario