No resultaba Holmes hombre de difícil convivencia

No resultaba ciertamente Holmes hombre de difícil convivencia. Sus maneras eran suaves y sus hábitos regulares. Pocas veces le sorprendían las diez de la noche fuera de la cama, e indefectiblemente, al levantarme yo por la mañana, había tomado ya el desayuno y enfilado la calle. Algunos de sus días transcurrían íntegros en el laboratorio de química o en la sala de disección, destinando otros, ocasionalmente, a largos paseos que parecían llevarle hasta los barrios más bajos de la ciudad. Cuando se apoderaba de él la fiebre del trabajo, era capaz de desplegar una energía sin parangón; pero a trechos y con puntualidad fatal, caía en un extraño estado de abulia, y entonces, y durante días, permanecía extendido sobre el sofá de la sala de estar, sin mover apenas un músculo o pronunciar palabra de la mañana a la noche. En tales ocasiones no dejaba de percibir en sus ojos cierta expresión perdida y como ausente que, a no ser por la templanza y limpieza de su vida toda, me habría atrevido a imputar al efecto de algún narcótico.

Estudio en escarlata, Sir Arthur Conan Doyle

3 comentarios en “No resultaba Holmes hombre de difícil convivencia

  1. Excepto por su costumbre de ponerse hasta arriba de cocaina y coger su violín para tocar durante horas la nota más aguda posible. Pero eso lo descubriría más tarde, ya que Estudio en Escarlata es la novela en la que cuentas como ambos se conocieron. Lo descubrirá… más o menos cuando Sir Arthur Conan Doyle empezara a odiar a su personaje, pero eso es otra historia (y será contada en otra ocasión)

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