Nos hemos ganado nuestra paz

– Comprendo – dijo -. Y puede que tenga razón, señor Inspector. No logro encontrar ninguna respuesta fácil, sólo puedo decir que la mayoría de nosotros hemos servido y servido hasta el punto que no tenemos nada más que dar. Puede volver a pedir voluntarios, por supuesto. No se lo prohibiré a nadie. Aunque dudo que haya muchos.

Meneó la cabeza.

– Espero que nos crea cuando decimos que lo lamentamos. Lo hacemos, profundamente. Pero pide demasiado. Nos hemos ganado nuestra paz. Ahora esta es, para nosotros, más valiosa que el honor, e incluso que la compasión.

El Cartero, David Brin.

Deja un comentario