En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acor9zzz Stu».,mkj
Si ponemos un número suficiente de monos tecleando aleatoriamente en una máquina de escribir (o en su defecto cualquiera de sus variantes modernas: ordenador, móvil, tablet, etc.) durante el suficiente tiempo llegarán a escribir las primeras 11 palabras y media del Quijote.
Pero, se puede demostrar matemáticamente que si el número de monos es infinito (o tenemos un mono inmortal) y están mecanografiando durante un intervalo de tiempo inifinito acabarían por escribir todas las obras literarias y otros textos de cualquier índole escritos y por escribir (incluidos los de este blog).
Pero aun diría más, como dijo Borges en su relato La torre de babel, que también explora la idea y que recomiendo encarecidamente, no sólo se escribirán todos los libros, sino que también todos los libros con una sola palabra cambiada o simplemente una letra diferente y así con todas las distintas posibilidades.
Así que ya sabéis, si sois escritores frustrados, si os gustaría escribir una buena novela o poema y no os viene la inspiración, no perdáis el ánimo, solo tenéis que sentaros a teclear un ratito al día (o hacer un programa que lo haga por vosotros) y quién sabe, puede que acabéis ganando el premio Pulitzer.
Quiero terminar con una cita de La historia interminable de Michael Ende donde se describe un juego en el que se lanzan unos dados con letras cuyos resultados se van guardando:
«Si se sigue jugando cien años, mil años, cien mil años, con toda probabilidad saldrá una vez, por casualidad, un poema. Y si se juega eternamente tendrán que surgir todos los poemas, todas las historias posibles, y luego todas las historias de historias, incluida ésta en la que precisamente estamos hablando»