De de dedo

Cuando estamos en un ambiente ruidoso o hablando por teléfono, no siempre es fácil entender lo que nos están diciendo. Podemos confundirnos una «p» con una «b» con mucha facilidad. Por ejemplo, si haces un pedido a una zapatería de unas botas, muchas veces acaban trayéndote unas potas, y en la pescadería pasa lo contrario. ¿Qué pasa si queremos aclarar la situación? Nos podemos cabrear mucho y gritar «¡BE!¡BE!¡BE!¡BOTAS!¡BOTAS!» y regar a todo el personal con nuestra saliva. O bien, podemos decir «b» de «Barcelona», así no hay confusión, porque casi nadie va ya a Parcelona.

El caso es que parece haber un consenso tácito y siempre se utilizan los mismos referentes: «d» de «dedo», «c» de «casa» y «l» de «Lugo». En cualquier concurso televisivo en el que sea necesario decir letras sueltas, todo el mundo dice lo mismo. Hay excepciones, el típico graciosete o pedante, puede decir «d» de «damasquinado».

Este problema de no entenderse puede ser más grave en algunos momentos en los que haya urgencia. Por eso, se han inventado los llamados alfabetos fonéticos o alfabetos por palabras, en los que cada letra tiene asociado un nombre mayor que puede ser entendido perfectamente y sin confusión. Cada palabra suele empezar con la letra a la que sustituye. El más famoso de estos quizá sea el alfabeto fonético de la NATO (North Atlantic Treaty Organization), en el cual, entre otras, la «f» se dice «Foxtrot» y la «b» «Bravo». Aquí se pueden consultar otros, como uno en español, en el que la mayoría de nombres de letras son nombres propios, como Zaragoza o Barcelona. Supuse que primarían las palabras cortas para una mayor rapidez, pero parece que no es así.

Este es mi propio alfabeto por palabras improvisado:

  • A – Arácnido.
  • B – Bismuto.
  • C – Camiseta.
  • D – Dado.
  • E – Ensalada.
  • F – Farolillo.
  • G – Gusi.
  • H – Hola.
  • I – Índigo.
  • J – Jopelines.
  • K – Kilo.
  • L – Lelo.
  • M – Mico.
  • N – Nanai.
  • O – Orondo.
  • P – Pupitre.
  • Q – Queso.
  • R – Rabadilla.
  • S – Siseo.
  • T – Tonto.
  • U – Umbra.
  • V – Vino.
  • W – Wolframio.
  • X – Xilema.
  • Y – Yoyó.
  • Z – Zoquete.
Yoyó orondo mico orondo camiseta orondo.

6 comentarios en “De de dedo

  1. Que curioso, justo el otro día oí a alguien aclarar, con P de Palencia! Claro.. así ya no hay confusión posible :S

    Me gusta tu alfabeto, con N, de nanai! me la quedo

  2. No lo había pensado, pero lo de la «K de Kilo» podría no ser muy aclaratoria pues también se puede escribir «quilo».

    Lo que yo no entiendo (y no sé si se dará en otros lugares hispanohablantes) es cuando, para referirse a la tercera letra del alfabeto, dicen «ce redonda». Me queda la duda cuál es la otra ce… me habré olvidado de la letra «ce cuadrada»? Lo curioso es que se dice así para diferenciarla de la letra S (recordad que acá en Chile tenemos la costumbre del siseo); pero la «ese» ni es cuadrada ni se llama «se»… en fin…

    Lo que sí resulta útil (aunque poco reglamentario) es hablar de la «be larga» (la letra be) y la «ve corta» (la uve) [para diferenciar el Bismuto del Vino].

    No sé qué tan extendido esté el uso de estos sobrenombres para las letras… en vuestras tierras, le ponen motes a las letras?

    1. Efectivamente, podría ser «q» de «quilo», pero como te lo tienes que estudiar, ya sabrás lo que es. Y más vale ir empezando porque se va a extender por el mundo en unos pocos días ;).

      No sabía lo de la «ce redonda». Aún así, estás dando por hecho que «cuadrado» es lo contrario de «redondo». Puede que esté la «ce redonda» y la «ce con curvas» o algo así.

      Ahora mismo no se me ocurre, pero creo que no tenemos ningún mote propio para las letras.

  3. La principal utilidad del alfabeto NATO es comprender deletreos sobre un canal con ruidos como por ejemplo la radio. Por eso es más práctico tener palabras de un par de sílabas o tres. Así, si el ruido te impide escuchar el comienzo de la palabra, con el final puedes hacerte idea.

    Si escuchas …ember …fa …ngo ..car, puedes deducir más o menos que la otra persona ha dicho November, Alpha, Tango, Oscar.

    En cualquier caso, la rapidez de comunicación es mucho menos importante que la precisión en el reconocimiento. Hay que tener en cuenta que, si entiendes una letra incorrectamente, pensarás que el mensaje de la torre de control no es para tu avión, sino para otro.

  4. Creo que algunos rubros desarrollan alfabetos fonéticos especiales. Recuerdo que en cierta oficina en que trabajaba era muy común tener que deletrear por teléfono, y al menos dentro de las compañías de mi país con que tenía contacto el alfabeto era más o menos el mismo, y no era el que yo hubiera usado en otras circunstancias (por ejemplo, recuerdo bien que se decía «Ce de César» en vez de «Ce de casa», que es a lo que estaba acostumbrado).

    También noté que quienes tenían «cancha» en ese tipo de deletreo en castellano recurrían a él instintivamente sólo en los casos de nombres de letras que sólo se distinguían por el sonido en cuestión (p.ej., «ese» de «efe»), y sobre todo cuando se trataba de sonidos homorgánicos (p.ej. «pe» y «be»), donde la confusión era más fácil. Por supuesto, no se usaba en letras como «jota» o «equis», y si no que no tenía mucha experiencia en el tema lo trataba de usar causaba gracia.

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