El lenguaje es una de las cosas más complejas que puede aprender un ser humano. Si te das cuenta, ahora mismo estás procesando a una velocidad pasmosa más de una veintena de letras distintas, con signos de puntuación y diferenciando entre mayúsculas y minúsculas. Y no solo eso, las letras están asociadas en palabras de las que hay decenas de miles distintas, las cuales se pueden combinar de infinitas maneras para crear frases, párrafos, etc.

Desde luego, algo parecido sucede al hablar, a lo que tenemos que añadir la entonación, el volumen, el ritmo…

Así que, sabiendo que las posibilidades son ilimitadas, podemos escribir una frase que nadie jamás en la historia de la humanidad haya escrito antes, y lo que es mejor, podemos entender una frase que ha escrito alguien que nunca antes habíamos visto ni había visto nadie:

Doce ardillas acorazadas marchaban ordenadamente por el sendero, mientras una consultaba su iPhone.

Estoy seguro de que nadie antes ha dicho esta frase, pero para asegurarme he añadido ese «iPhone» que como es un concepto más moderno me cubre las espaldas.

Anímate a escribir algo que nadie haya dicho antes, no hace falta complicarse tanto como lo he hecho yo.

PD: Que conste que primero escribí la frase y luego encontré la imagen de la ardilla con armadura. Si es que ya está todo inventado.