Tiempo y espacio

El espacio y el tiempo, tan diferentes aparentemente, pero que algunas teorías físicas que no me atrevo a entender no los ponen en planos tan distintos. El tiempo es la cuarta dimensión, dicen. ¿Y en el lenguaje? Están más cerca de lo que parece.

Se habla muchas veces del «espacio de tiempo» en el que transcurre algo. La extinción de tal especie ocurrió en un espacio de tiempo muy corto. Un espacio de tiempo. Suena contradictorio, ¿no? ¿A qué se puede deber que se asimile el tiempo, algo tan intangible, tan inmaterial al espacio, un fragmento del espacio? Quizá sea por nuestra costumbre en representar el tiempo como una línea, una línea que ocupa un espacio y puede ser medida en centímetros o en metros. En muchas representaciones con coordenadas: de sucesos, de procesos, de planes, aparece el tiempo en la línea horizontal o en la vertical, ocupando un espacio.

Buscando en la RAE la definición de tiempo, se puede leer en una de sus acepciones «Largo espacio de tiempo.» Con la definición de espacio sucede lo mismo, un espacio puede ser «transcurso de tiempo entre dos sucesos.» Así que parece que en el lenguaje común el espacio y el tiempo no son tan distintos.

Antes mencioné la intangibilidad del tiempo. Sin embargo, cuántas veces hemos oído la expresión «tiempo material». Se utiliza de manera muy curiosa, normalmente como excusa por no haber hecho algo. Da a entender que si no has tenido tiempo material para hacer algo no es porque hayas estado malgastando tu tiempo, sino porque realmente no has podido dedicarle ni un minuto a esa tarea encomendada.

Por último, he aquí una reflexión de Christopher, el protagonista de El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon, sobre la diferencia entre el espacio y el tiempo:

Porque el tiempo no es como el espacio. Cuando dejas algo en algún sitio, como un transportador o una galleta, puedes tener un mapa en la cabeza para decirte dónde lo has dejado, pero incluso aunque no tengas un mapa seguirá estando allí, porque un mapa es una representación de cosas que existen en la realidad, así que puedes volver a encontrar el transportador o la galleta. Y un horario es un mapa del tiempo, sólo que si no tienes un horario, el tiempo no está ahí como el rellano y el jardín y la ruta al colegio. Porque el tiempo no es más que la relación entre la forma en que cambian cosas distintas, como que la Tierra gire alrededor del Sol y los átomos vibren y los relojes hagan tictac y el día y la noche y despertarse e irse a dormir, y es como el oeste o el noroeste, que no existirán cuando la Tierra deje de existir y caiga hacia el Sol, porque es sólo una relación entre el Polo Norte y el Polo Sur y todos los demás sitios, como Mogadiscio y Sunderland y Canberra. (…)

Y esto significa que el tiempo es un misterio, y que no es ni siquiera una cosa, y nadie ha resuelto jamás el rompecabezas de qué es el tiempo exactamente. Y por eso, si te pierdes en el tiempo es como perderse en un desierto, sólo que no puedes ver el desierto porque no es una cosa.

Y por eso a mí me gustan los horarios, porque son la garantía de que no te vas a perder en el tiempo.

 

1 comentario en “Tiempo y espacio

  1. En relación a esto, existe también la relación entre deícticos (palabras que sólamente refieren, como determinantes, pronombres, etc.) y pensamientos: i.e. cuando nos acordamos de algo y decimos «eso es» o «no me acuerdo de aquello». Tenía algunas referencias interesantes sobre el tema, pero ahora mismo tengo un internet de mierda y no puedo encontrarlas…

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