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No te rindas

El pasado 14 de septiembre se cumplía el 92 aniversario del nacimiento de Mario Benedetti. Una de nuestras lectoras, Max Bronte, nos envió esta poesía:

«No te rindas,por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya
y tuyo también el deseo,
porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora
y el mejor momento.»

Mario Benedetti (1920-2009)

Otelo

Nos envía Max Bronte esta cita de Otelo de Shakespeare, disfrutadla:

Dux

El hombre robado que sonríe roba alguna cosa al ladrón; pero a sí mismo se roba el que se consume en un dolor sin provecho.

Barbancio

En este caso, que el turco nos arrebate Chipre; no perderemos nada, mientras podamos reírnos…

O lapis do carpinteiro

Teño visto a home e muller faceren de todo, pero aqueles dous bebíanse un ao outro. Lambíanse a auga cos beizos e coa lingua. Sorbían nas orellas, na cunca dos ollos, pescozo arriba dende os peitos. Estaban tan empapados que debían sentirse espidos. Bicábanse coma os peixes.

Manuel Rivas, O lapis do carpinteiro.

Que en español podría ser:

He visto al hombre y a la mujer hacer de todo, pero aquellos dos se bebían el uno al otro. Se lamían el agua con los labios y con la lengua. Sorbían en las orejas, en la cuenca de los ojos, cuello arriba desde los pechos. Estaban tan empapados que debían de sentirse desnudos. Se besaban como los peces.

Manuel Rivas, O lapis do carpinteiro.

La Hojarasca

Nos envía Max Bronte esta cita de La Hojarasca de Gabriel García Márquez que la define como la maravilla del realismo mágico:

Hemos venido a la casa donde está el muerto. El calor es sofocante en la pieza cerrada. Se oye el zumbido del sol por las calles,pero nada más. El aire es estancado,concreto;se tiene la impresión de que podría torcérsele como una lámina de acero. En la habitación donde han puesto el cadáver huele a baúles, pero no los veo por ninguna parte.

 

El sueño de la mariposa

Una vez Chuang Tzu soñó que era una mariposa, una mariposa que volaba y revoloteaba contenta de su suerte. No sabía que era Chuang Tzu. De repente se despertó y era Chuang Tzu, sólido e inconfundible. Pero ya no podía saber si en verdad era Chuang Tzu que había soñado ser una mariposa o una mariposa que soñaba que era Chuang Tzu.

莊子 (Zhuangzi o Chuang Tzu), siglo IV a.C.

Muchas gracias a Max Bronte por enviarnos esta filosófica cita.