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Cosas que pensabas de pequeño: Denigrante

Dibujo para colorear Pensar

Cuántas veces nos hemos dado cuenta de que muchas cosas que pensábamos de pequeños (y no tan pequeños) no son como parecían. Y muchas de esas veces, es por una cuestión lingüística. Ya he comentado el caso de las pastas de té o de la unanimidad.

Dos personas que no se conocen me han comentado exactamente el mismo problema que tenían de pequeñas con la palabra «denigrante». Resulta que para ellas había demasiada gente xenófoba en este mundo. La gente siempre achacaba las cuestiones más terribles a los emigrantes. ¿Por qué era esto? «Denigrante» suena muy parecido a «de emigrante», que era lo que entendían ellas. Así que  cuando alguien decía «esa horrible cuestión ha sido denigrante» ellas entendían que había sido «de emigrante».

¿A alguien más le ha pasado? ¿Qué otras expresiones entendíais mal de pequeños?

Cosas que pensabas de pequeño: Unanimidad.

Cuántas veces nos hemos dado cuenta de que muchas cosas que pensábamos de pequeños (y no tan pequeños) no son como parecían. Y muchas de esas veces, es por una cuestión lingüística. Ya he comentado el caso de las pastas de té.

Cuando veía el telediario de pequeño, a veces sucedían cosas muy impresionantes. Ocurría que ciertas votaciones resultaban aplastantes a favor de un resultado, pero por una ventaja nimia. Sí sí, curiosamente, con que la diferencia de votos fuera pequeña, el presentador ya lo consideraba claramente a favor de uno de los dos bandos.

Esta extraña situación era debida a mi desconocimiento de la palabra «unanimidad». Cuando decían que se aprobó cierta medida por «unanimidad» yo entendía por «una nimiedad». Y nadie protestaba. Lo curioso quizá sea que conociese el significado de la palabra «nimiedad» y no el de «unanimidad».

¿Se te ocurre algún caso similar? Anímate a contárnoslo.

Cosas que pensabas de pequeño: Pastas de té

Cuántas veces nos hemos dado cuenta de que muchas cosas que pensábamos de pequeños (y no tan pequeños) no son como parecían. Y muchas de esas veces, es por una cuestión lingüística.

La preposición «de» tiene muchísimos usos: material, procedencia, asunto, lugar, énfasis… Pero algunas veces, las menos, se utiliza con el significado de «para». Por ejemplo, un gorro de dormir sirve para dormir y una pasta de dientes sirve para los dientes.

El caso es que como casi siempre se asocia la preposición «de» a pertenencia o a material: un vaso de cristal, una cuchara de madera, no es raro que alguien de pequeño se tope con la expresión «pastas de té» y piense que se trata de unas galletas hechas de té y no hechas para tomar con el té. Al menos, así nos pasaba a mi hermana y a mí. Lo curioso es que jamás he probado esas pastas de té con el té.

¿Tienes alguna anécdota de algo que pensabas que era de una manera de pequeño y resulta que no lo es y probablemente sea por culpa del lenguaje? Cuéntanoslo en unaracnidounacamiseta(arroba)gmail.com y estaremos encantados de comentarla.

Faltando a clase

Proviniendo de un pequeño pueblo (pese lo que le pese a sus habitantes, que insisten en que es una ciudad) de la comarca del Salnés en Galicia (y ya no digo más, que para eso utilizo seudónimo), desde pequeño hasta que llegué a la universidad siempre que faltaba a clase (que no se entere mi madre) tenía claro lo que estaba haciendo: fanar.

Pero cuando llegué a la universidad, y me encontré a gente procedente de otras partes de Galicia, descubrí todo un mundo de posibilidades, en cada sitio llaman de forma diferente a esta innoble acción de no ejercer el derecho a la educación (o, según como se vea, de ahorrarse el soporífero sermón del poco didáctico profesor de turno). Para unos era latar, para otros colgar y para otros copar, según la región de la que vinieses.  Probablemente provengan del gallego hablado en estas zonas, pero nunca encontré un verbo en castellano que me satisficiese tanto como estos.

Lo de hacer pellas, hacer novillos siempre me pareció de la época de mi abuela, aunque quizá se siga usando en otras partes. Además, ¿por qué usar varias palabras en vez de tener sólo un verbo que indique por si solo fumarse las clases?

Investigando por interné (como a mi me gusta decir) leí otras versiones, como hacer campana (en Cataluña), hacer pira o piras (en Asturias y País Vasco), hacer fuchina (en Valencia), etc. pero ninguna me convence totalmente, salvo quizá la versión modernizada para fans de Prison Break: hacer la de Michael Scofield.

¿Y vosotros cómo decís saltarse las clases? Para criticar a otros que lo hacían, claro. Todos sabemos que los lectores de nuestro blog son muy responsables y jamás hicieron tal cosa.