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Dios a través de los tiempos II: 1780

Aquí os dejo la definición de Dios, en el segundo diccionario de la RAE, casi 50 años posterior al primero.

Como veis, la definición en sí no cambió con respecto a la anterior, pero hubo una modificación importante, la entrada principal ya no está en letras gigantes (hay que tener en cuenta que antiguamente los copistas hasta solían cambiar de tinta para escribir el nombre divino).

Otra cambio que acabo de notar es la acentuación en esta versión se cortan mucho más en poner acentos comparado con la anterior en los que las tildes aparecían a diestro y siniestro.

Lee aquí la primera entrega: Dios a través de los tiempos I:1732.

Lee aquí la siguiente entrega: Dios a través de los tiempos III: 1791.

Dios a través de los tiempos I:1732

Una actividad curiosa e interesante (sobre todo para perder el tiempo) es mirar la definición de una palabra en diccionarios de distintas épocas. La más llamativa es la evolución de la palabra «Dios/dios», en mis siguientes publicaciones podréis ver como ésta ha cambiado considerablemente.

Empecemos por el primer diccionario de la RAE, cuyo tomo con las letras D-E-F se publicó en 1732 (sí, cada tomo tardaba varios años en elaborarse):

dios en 1732 RAE

Como podéis ver es una definición muy dogmática la primera ( y en unas mayúsculas mayúsculas), y bastante despreciativa la segunda (las falsas deidades que fingió la idolatría).

Lee aquí la segunda entrega: Dios a través de los tiempos II: 1780.

¿Le tomo la comanda?

Recientemente me he dado cuenta de que en algunos bares me hacen esta pregunta, entendí lo que me querían decir por el parecido al francés, pero me dejó sorprendido. Y no soy el único, ya que comentándolo con distintas personas también les había parecido extraño.

Lo primero que se me pasó por la mente es que sería una manera arcaica de decirlo, que por algún motivo se puso de moda recientemente, pero al mirarlo en el diccionario en línea de la RAE aparece como «artículo nuevo – avance de la vigésimo tercera edición», que aún no se ha publicado. Como la real academia tarda mucho en eliminar palabras de su diccionario por poco uso que tengan, no cabe más que deducir que se trata asistimos a la creación de un neologismo.

No sé cuando se empezó a usar, ni a quien se le ocurrió hacerlo, ni si es una traducción del francés o recuperación del latín, pero sería interesante llegar al orígen de este fenómeno.