¡Pero si acabo de aprenderla!

Estoy seguro de que a todos nos ha pasado esto:

1. Aprendemos una palabra.
2. En un fragmento de tiempo demasiado pequeño (horas, días) oímos o leemos esa palabra en algún sitio.
3. Nos sorprendemos.

Me pasó hace poco con la palabra macilento que aparecía en los dos últimos libros que leí. Quizá lo más curioso fue un día que se me dio por aprender chino, idea que no fue más allá de saber decir «ni hao» que según internet es «hola». Después de poner una grabación unas 15 veces diciendo «ni hao» para escuchar bien la entonación, me dirijo al salón y veo que mis padres están en medio de una peli (Vicky, Cristina, Barcelona). Lo primero que oigo es a Scarlett Johanson diciendo que está aprendiendo chino y dice precisamente «ni hao».

Pero, ¿qué extraño misterio se esconde tras estos sucesos? ¿alineación estelar? ¿fuerza sobrenatural? ¿superstición?.

Tengo varias hipótesis:

1. La palabra desconocida pasaría desapercibida si no se conociese, así que el hecho de conocerla simplemente hace que nos fijásemos en ella. Todos los días nos encontramos con palabras nuevas, pero no siempre nos damos cuenta o dilucidamos su significado.

2. Se trata de una percepción diferencial de la realidad. Todo el tiempo estamos aprendiendo palabras. El caso es que un mínimo porcentaje de ellas se ajusta al fenómeno descrito anteriormente, lo que capta nuestra atención y nos sorprende. Y decimos: ¡siempre me pasa lo mismo! Vamos, generalización. Y como alguien dijo una vez: «Todas las generalizaciones son malas.»

3. Las palabras pasan por modas, así que una palabra nueva de moda tiene más probabilidades de ser utilizada varias veces en un corto periodo de tiempo y que nosotros la desconozcamos la primera vez, y nos sorprendamos las siguientes.

4. Un Arácnido Una Camiseta es una organización subrepticia mundial que crea este fenómeno para fines perversos, tales como poder escribir este artículo.

¿Cuál es vuestra opinión? ¿Os pasa esto muy a menudo?

 

6 comentarios en “¡Pero si acabo de aprenderla!

  1. Heurístico (atajo cognitivo) de probabilidad, que da lugar a la correlación ilusoria. Sobreestimamos la frecuencia con que ocurren dos acontecimientos debido a la facilidad con qué vienen a la mente por su familiaridad o saliencia.

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