El colmo de un anómico

la tengo en la punta de la lengua palabra

Cómo era esta palabra… la tengo en la punta de la lengua… sí, sí, si la acabo de ver escrita…

Frases como estas son típicas de una persona anómica, palabra que aprendí hace poco, y, aunque no la recoge el diccionario de la RAE, en lingüística se utiliza para referirse a quienes tienen dificultad para recordar el nombre de las cosas.

La cuestión es que estamos ante un caso de posible autorreferencia, con lo que me gusta. ¿Qué pasa si una persona anómica no es capaz de acordarse de cómo se dice «anómica»? ¿Sería su anomia autorreferente? Y si solo se olvida de esta palabra pero no de las demás y quiere decir que no es anómico, ¿entraríamos en una paradoja? Porque claro, si se acuerda de todas las palabras menos una no es anómico, pero precisamente no se acuerda de la palabra anómico y cuando quiere decir que no es anómico no se acordará de cómo decirlo y por lo tanto parecerá que es anómico.

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