Comparado a otras lenguas e incluso a otras variedades del español, en el de España tenemos expresiones para cagarnos en casi cualquier cosa:
- Me cago en todo (o en tó).
- Me cago en todo lo que se menea.
- Me cago en la mar (o la mar salada).
- Me cago en la leche.
- Me cago en diez.
- Me cago en Dios.
- Me cago en la Virgen.
- Me cago en la hostia.
- Me cago en el Copón Bendito.
- Me cago en ti.
- Me cago en tu padre.
- Me cago en tu madre (o en la madre que te parió).
- Me cago en la puta.
- Me cago en tu puta madre (combinando las dos anteriores).
- Me cago en mi calavera (o en mi puta calavera).
- Me cago en tus muertos.
Así que nos cagamos en todo en general, en cosas al aleatorias (la mar, la leche, el número diez), en elementos religiosos, y en familiares, especialmente madres, diciendo cosas muy feas de ellas. Lo interesante es que según el tono con que se digan, muchas de esas expresiones pueden utilizarse sin un sentido realmente ofensivo. Por ejemplo:
Paco: Pepe, ¿crees que debería llamar a mi ex?
Pepe: ¡Me cago en la madre que te parió madre! Claro que no, es que no aprendes, tío.
Aquí el tono es de reproche condescendiente. Si Pepe y Paco son amigos, Pepe no se enfadaría porque Pepe se cague en su madre. Por lo que me han comentado algunos amigos, en latinoamérica es mucho más serio mencionar a la madre, y menos llamarle nombres.
¿Qué opináis vosotros? ¿Os parecen ofensivas, o sacrílegas estas expresiones? ¿Podríamos decir algo parecido en vuestro país?