
La palabra mariposa en castellano proviene de Mari, apócope de María, y posa, imperativo de posar. Ya que antiguas canciones y dichos infantiles se referían a esta clase de lepidópteros y los llamaban a posarse con versos como “María pósate, descansa en el suelo”.
La etimología de mariposa en otros idiomas
En inglés, existen diversas teorías sobre el origen de Butterfly. El diccionario Oxford, conjetura que proviene del antiguo holandés boterschijte, y que da cuenta del parecido color de los excrementos del insecto y la mantequilla (butter-shit y luego butter-fly). Otros diccionarios, como el Webster, dicen que puede provenir de la antigua creencia de que las mariposas (o brujas con esa forma) robaban la leche y mantequilla que se dejaba al descubierto.
Este último origen coincide con el del término alemán Schmetterling, que proviene de Schmetten, un préstamo de un dialecto del alto sajón, y éste del Checo smetana, ambos significando crema o nata. Se refiere a la propensión de las mariposas a revolotear entorno a los cubos de leche o mantequeras. De hecho en el folclore germano se creía que las brujas se transformaban en mariposas para robar los productos lácteos.
En gallego bolboreta o portugués borboleta, vienen del latín belbellita, formado a partir de bellus, bueno, bonito.
En griego moderno πεταλούδα, petalouda, está relacionado con las palabras pétalo u hoja, en recuerdo a la forma de sus alas.
Las palabras francesa papillon, catalana papallona o italiana farfalla, provienen todas del latín papilionem, acusativo de papilio, que ya significaba mariposa.